Acción antimicrobiana in vitro de distintas medicaciones sobre Enterococcus faecalis y Actinomyces israelii

Opinión del Experto

RESUMEN

Objetivo: Se comparó in vitro la acción antimicrobiana de diversas medicaciones intraconducto frente a Enterococcus faecalis y Actinomyces
israelii.

Material y métodos: para evaluar las zonas de inhibición microbiana se utilizó el test de difusión en agar frente a diversas pastas, incluyendo
una pasta con base de metronidazol (Grinazole® ), una pasta con base de dexametasona, tiretrocina, polimixana y neomicina (Septomixine forte®)
y otra de hidróxido de calciio (Calcipulpe®) y paroclorofenol alcanforado (KRI-3®), frente a E. faecalis y A. israelii.

Resultados: La acción inhibitoria frente a E. faecalis fue significativamente mayor (p< 0,05) con Septomixine forte® (30,7 mm) seguido de KRI- 3® (22,5 mm), Calcipulpe® (16,6 mm) y Grinazole® (11,4 mm). La inhibición microbiana frente a E. israelii fue significativamente mejor con Septomixine forte® (p< 0,05) (40,1 mm) seguido de KRI-3® (36,6 mm), Grinazole® (7,6 mm) y Calcipulpe® (6 mm). Conclusión: Septomixine forte® fue la pasta antibiótica más efectiva frente a E. faecalis y A. israelii comunmente hallados en las infecciones endodóncicas. PALABRAS CLAVE –

Morfología de los conductos radiculares de premolares superiores e inferiores

Opinión del Experto

RESUMEN

El propósito de este estudio fue caracterizar la anatomía de los conductos radiculares de dientes premolares superiores e inferiores
provenientes de pacientes españoles. Fueron seleccionados 200 dientes premolares permanentes sometidos a diafanización. Para el estudio de
los conductos radiculares se empleó la clasificación de Vertucci. La incidencia de conducto tipo I (un conducto) para los primeros premolares
superiores fue de 5.88%, mientras que un 88.22% presentó dos conductos (de tipo II a tipo VI). Sólo el 5.88% de los primeros premolares
superiores fueron tipo VIII (tres conductos). En los segundos premolares superiores, la incidencia de un conducto (tipo I) fue de 39.65%, y el
60.31% presentaron dos conductos (de tipo II a tipo VII). La incidencia de un conducto (tipo I) fue de 68.18% para los primeros premolares
inferiores, y un 31.8% presentó dos conductos (de tipo II a tipo V). En los segundos premolares inferiores, la incidencia de tipo I (un
conducto) fue de 73.91%, mientras que el 26.08% presentó dos conductos (de tipo IV a V). Salvo en el caso del segundo premolar inferior, nuestros resultados coincidieron con los de trabajos previos hechos en otras poblaciones.

PALABRAS CLAVE

Pastas de hidróxido de calcio preparadas con diferentes soluciones. Acción solvente

Opinión del Experto

RESUMEN

Una de las sustancias más utilizadas para la desinfección de los conductos radiculares es el hidróxido de calcio. Es un polvo fuertemente
alcalino que puede ser mezclado con diferentes vehículos y usado como pasta de obturación intermedia.
Se han propuesto diferentes vehículos para formar la pasta de hidróxido de calcio, tales como agua destilada, solución fisiológica, anestesia,
propilenglicol, paramonoclorofenol alcanforado entre otros. Estudios recientes han sugerido combinar el polvo del Ca (OH)2 con soluciones
de irrigación para mejorar su acción solvente sobre el tejido pulpar y antibacteriana especialmente frente al E. faecalis y Candida albicans que
mostraron ser resistentes a las pastas tradicionales.

Objetivo: En este trabajo se comparó la acción solvente sobre el tejido pulpar bovino de diferentes pastas de hidróxido de calcio.

Material y Métodos: Se usaron pulpas bovinas extraídas de animales jóvenes sobre las que se evaluó la acción de pastas de hidróxido de
calcio con hipoclorito de sodio 1%, hidróxido de calcio con gluconato de clorhexidina 1%, hidróxido de calcio con solución fisiológica, hasta
21 días. Se evaluó la capacidad de disolución del tejido pulpar de estas pastas, usando como testigo los vehículos mencionados. Los datos se
analizaron estadísticamente con el test de Kruskal Wallis.

Resultados y Conclusiones: Las tres pastas de hidróxido de calcio se comportaron en forma semejante, con respecto a su acción solvente.

PALABRAS CLAVE

Resolución endodóncica de una fractura radicular cervical. Caso clínico

Opinión del Experto

RESUMEN

Los traumatismos dentarios ocurren con gran frecuencia en el área de incisivos superiores y pueden causar varias secuelas a los tejidos
dentales y de soporte, como la pérdida de estructura dental con o sin compromiso pulpar, fracturas coronarias y/o radiculares hasta la
pérdida del elemento dental. Las fracturas radiculares, sin embargo, no representan un evento común haya visto que la incidencia está abajo
del 10% de las lesiones traumáticas dentales, sin embargo el pronóstico está aliado a la vitalidad pulpar y la posible contaminación de la línea
de la fractura. El siguiente caso clínico describe el tratamiento de una fractura radicular horizontal al nivel cervical con la separación de los de
los fragmentos, en un incisivo central superior permanente. Los fragmentos fueron tratados separadamente y después de 13 años de
preservación se evidenció la interposición del tejido conjuntivo entre los fragmentos, lo que denota la reparación. Sin embargo, se observó
una fractura apical remodelada en el incisivo central vecino.

PALABRAS CLAVE

Rompiendo el código del diente fisurado: detección y tratamiento de diversas fracturas dentarias longitudinales

Opinión del Experto

RESUMEN

Este newsletter pretende ayudar a resolver parte de la confusión
que rodea las fisuras y fracturas dentales, desde el punto
de vista de un especialista. El objetivo es ayudar al clínico general
con un diagnóstico y un plan de tratamiento y favorecer
una comunicación más clara entre los miembros del equipo
dental. Esta revisión investiga los retos de diagnóstico y tratamiento
relacionados con las fracturas dentales principalmente
en el eje longitudinal de la corona y /o la raíz. Esto incluye
cómo determinar el alcance de las fracturas longitudinales,
cuándo hay que realizar una restauración coronal, cuándo es
necesario el tratamiento de conductos radiculares, y cuándo
hay que extraer el diente o la raíz dependiendo de la localización
y el alcance de la fractura.

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